viernes, 25 de septiembre de 2009

2009



Segunda presentación:

Juan Lado y Judy Weisz me invitaron a presentar nuevamente POR NO en el Espacio Erótico del festival Código País, marzo de 2009.

Los músicos: Luis Conde (saxo barítono), Agustín Martire (saxo alto), Sam Nacht (saxo tenor).

Cámara: Vanesa Siamovich.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

2007



Primera presentación:

Después de intentar montar POR NO en distintos espacios, Sam Nacht me ofreció hacerlo en el ciclo Niños Consentidos 2007.

Los músicos: Zelmar Garín (guitarra preparada), Luciann Olmazián (electrónica) y Neibu Olmezián (percusión).

Cámara: Alejandro Raizman.

martes, 8 de septiembre de 2009

2006: Por donde se empieza


En un momento la imagen golpea en una forma en la que ya no hay punto hacia atrás. Es decir, una vez que se vio, el no haber visto se nos vuelve imposible. Lástima.
El sonido puede recrearse, vive transformándose en nuestro recuerdo. La imagen me parece más una marca indeleble, igual que el haluro de plata. Queda en la memoria.
Así quedó en mi cabeza Saló, pero de ahí a lo otro, es otra cosa. Entonces dar vueltas, tomar y abandonar lo que no es más que la intuición de una idea. A veces el azar ordena.
Buscando en internet la tapa de Santa Dog me encontré con un error, un imprevisto en la matemática binaria, algo que me permitió generar variaciones de imágenes. Instantáneas para quemar retinas, una sobre otra hasta dejar la gelatina transparente.

viernes, 4 de septiembre de 2009

2005: Notas de mi cuaderno


El 3 es un número sagrado, mágico, o cuanto menos inquietante. Esta excusa me sirve, o bien, le sirve a mi obsesión como punto de inicio para este trabajo: tres fuentes emisoras de imagen; tres músicos imrovisando a partir de una de ellas; treinta y tres minutos de duración. El tríptico como idea generadora de la composición, desde la pintura sacra hasta las crucificciones de Bacon, en este caso los tres planos son: imagen, sonido y azar. Tres estados de energía retroalimentándose con el ritmo interno que cada espectador pueda imponerle. Por último otra vez lo ritual, la pornografía se me figura acá como el paraíso de los condenados.

Omar Grandoso